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Una crónica inédita…  “El cautivante baile del sarawjatana…”

PorEl Observador

Abr 4, 2024

 

Por su tradición, arte y cultura, es Patrimonio Cultural de la Nación desde setiembre del 2010.

El baile del sarawjatana es un género musical con peculiaridades y estilo propio de los naturales que habitan en las diferentes comunidades de los distritos de Cuchumbaya, San Cristóbal y Carumas. La procedencia de este “arte monótono”, es difícil de precisar; mucho menos se puede anotar con exactitud la fecha del inicio de su práctica. Tal vez sea el sincretismo cultural entre la cosmovisión y el cristianismo.

El tono, los versos y hasta la forma de bailar el sarawja, puede ser aburrido para los extraños por la incomprensión del significado de la expresión musical; sin embargo, para la gente que tuvo la dicha de abrir los ojos bajo la tutela de los apus Ticsani y San Felipe, el sarwjatana es un arte cautivante y conmovedor que remueve los sentimientos desde lo más profundo del corazón.

Es que, cuando comienzan a vibrar las cuerdas de la guitarra con el emocionante tono de sarawja, los órganos sentimentales de las personas, de pronto toma atención en la música y el contenido de esta rara interpretación, cuya melodía induce a sollozar de alegría o nostalgia, hasta -a veces- derramar lágrimas.

Preparativos

Principalmente, son los jóvenes quienes -faltando semanas- hacen los ensayos y preparativos para ser protagonista en calles y plazas del baile tradicional del sarawjatana. Entre familiares y amigos más allegados van formando las “tropas” integradas hasta unas 20 personas, sin que necesariamente existan parejas.

Para tal caso, los varones (yucallas) no tienen mayores inconvenientes que la de saber refinar y tocar la guitarra; por su parte, las damas (imillas) suelen alistar las mejores prendas para lucir en esta ocasión, porque a ellas les gusta exhibir el orgullo de su belleza natural.

Vestimentas

En los primeros días del baile, las mujeres visten polleras de diferentes colores, por encima de una decena, camisa y kurpiño adornadas con grecas especiales, pañoleta de seda, y una o dos llicllas atadas a la altura del pecho con un hermoso prendedor de plata llamado ‘pichilla’; además, un sombrero boliviano adornado de hermosas flores.

Mientras tanto, los varones tienen que conformarse con la vestimenta típica sin acudir a mayores trajes costosos que una guitarra de buen sonido, pantalón de cordellate o bayetilla negra o azul con remangue de color blanco, el mismo que va sujetado por una faja de borlas multicolores hecha por artesanas del lugar.

En tiempos pasados las damas solo bailaban con urku y su montera con tukillu. Posteriormente, se puso la moda de cambiar las polleras de color negro o azul oscuro, al segundo o tercer día del baile de las pascuas, y en vez de sombrero se colocan la montera adornada con greca plateada de donde cuelgan impresionantes sartas de chiuchi multicolor.

Baile de ‘pascuas’

Como tantas otras, esta es una expresión artística de regocijo y alegría por la resurrección de Cristo impuesta por los españoles, pero adecuada al estilo y la cosmovisión de los aimaras oriundos de los distritos interandinos de San Cristóbal, Cuchumbaya y Carumas, quienes han convenido recordar LAS PASCUAS con el baile del sarawjatana.

Luego de la reflexión de Semana Santa y domingo de Pascuas, el baile de sarawja que dura aproximadamente unos 5 días, comienza el día martes con la salida mañanera de las “tropas” hacia otros pueblos cercanos, pudiendo ser el retorno por la tarde o al día siguiente, dependiendo de la distancia y las circunstancias.

Una de las curiosas características que llevan consigo los ciudadanos de esta parte de la región Moquegua, es que, el hombre siempre camina por delante de la mujer, como guardando distancia de la pareja. Pueda que esto sea un defecto machista o tal vez una virtud que refleja en el baile del sarawjatana.

Cuando comienza el baile siempre están adelante los varones seguido por las mujeres. Ellos no cantan, solo silban y ponen los pasos al compás de la melodía de la guitarra. Al momento de escuchar el tono musical, las damas también comienzan a cantar sus versos y dar vueltas en su mismo sitio. La letra y música del sarawjatana es creación propia.

El estilo o la forma de bailar, es haciendo ruedos a cierta distancia en calles, plazas o patios solares. En uno de esos días festivos, los amantes del sarawja acostumbran concentrarse en Quebaya, donde todas las tropas dejan constancia de sus cualidades artísticas, en medio de una competencia sin mayor interés que el orgullo y la satisfacción de gozar en esta vida…///

Por: Herli Vizcarra Ticona.

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