Luego de cumplir con el mandato popular en el centro poblado de Chen Chen y habernos otorgado una licencia de cuatro años; a partir de la fecha, nuevamente retomamos nuestra labor periodística, con el mismo ímpetu y vocación de servicio a la comunidad, poniendo en circulación una edición especial del periódico “EL OBSERVADOR”, medio de comunicación que se ha identificado con los genuinos intereses del pueblo.
Como siempre, El Observador estará al servicio del pueblo, no solamente llevando información veraz y objetiva, sino más bien, será un periódico de investigación e interpretativo, acorde al avance de la tecnología de la comunicación. Sin embargo, debemos admitir que nuestro retorno se da en circunstancias difíciles para la prensa escrita, porque la pandemia mundial y los problemas políticos del país, han propiciado el aceleramiento de la era digital.
Luego de 2 años de la COVID-19, la vida política, económica, social y de los medios de comunicación, está pasando como nunca, una etapa de cambios. La pandemia ha marcado un hito en nuestra historia. Durante esta etapa hemos aprendido a convivir con los designios habidos y por haber; y lo más importante, es el experimento de la convivencia con la tecnología digital, el trabajo remoto, y la educación virtual que nunca imaginamos llegar a esos extremos.
Respecto a los medios de comunicación, la pandemia, también ha dejado como secuela a los nuevos actores e instrumentos de información; es decir, la gente joven ha aprendido un nuevo hábito del consumo de noticias, quienes ven y manosean constantemente las redes sociales virtuales, tik tok e Instagram…A ese cambio de hábito, también ha contribuido la prensa limeña, quien despojándose de la ética profesional, apostó por la desinformación descarada de los hechos en cumplimiento de la consigna patronal corrupta.
La percepción de la realidad peruana, es sombrío. En complicidad de todos los poderes del Estado, la dictadura del binomio Boluarte-Otárola, está centrada en la desaparición de las luchas sociales con dolorosas consecuencias. En medio de esta lamentable situación, estamos -otra vez- frente a vuestros ojos, con la esperanza de seguir siendo la alternativa de la información objetiva. Ya es conocida nuestra trayectoria de lucha contra la corrupción, y seguiremos por ese camino.