“A la inoperancia del Parlamento y corrupción del Poder Judicial, se suma la actitud obstruccionista y conjura encubierta contra los esfuerzos del gobierno por parte de algunas cúpulas partidarias, con el único interés de bloquear las medidas económicas que conduzcan al saneamiento de la situación de bancarrota que dejaron…”, argumentó Alberto Fujimori.
Se cumplieron 31 años del 5 de abril de 1992, fecha en que el entonces presidente Alberto Fujimori Fujimori, decidió disolver el Congreso de la República, porque no dejaba gobernar…También tomó el control absoluto de todos los poderes del Estado, por considerarlas de obstruccionistas a la recuperación de la gobernabilidad, la crisis económica y la lucha contra el terrorismo.
El popular “Chino”, tras cerrar el Parlamento Nacional, dispuso la reorganización inmediata del Poder Judicial, el Ministerio Público y el Consejo de la Magistratura. Con esta medida buscaba, erradicar la corrupción en dichas instituciones, según se pudo escuchar en su propio mensaje a la nación, dada en la noche de aquel 5 de abril.
Luego de 31 años del golpe de Estado dado por el reo y exdictador Alberto Fujimori, las consecuencias son considerables y fatales. Grupos de militares perpetraron numerosas violaciones de los derechos humanos, miles de desaparecidos y asesinatos a luchadores sociales, motivo por los cuales, acabaron en la cárcel. También está la secuela de la corrupción que, bajo el manto del gobernante autoritario quedó profundamente enraizada.
Si bien Fujimori, logró estabilizar momentáneamente la economía con el doloroso shok; también pudo contener la hiperinflación, y en cierta medida terminó operativamente con la amenaza de Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru, pero fue a cambio de muchas muertes y sobornos a los medios de comunicación para favorecer a su gobierno.
Sojuzgados y bajo la influencia de la dictadura, estuvo el sector empresarial, las Fuerzas Armadas, e incluso, las iglesias de todos los colores. A punta de amenazas, dejó sin directivos a los sindicatos. Fue privatizada casi todas las empresas públicas, mientras que la totalidad de las instituciones estatales acabaron operando al servicio de la dictadura.
Recién en el año 2001, fueron revelados los llamados “vladivideos”, donde se pudo ver los paquetes de dólares con que se sobornaba a congresistas, magistrados, dueños de canales de televisión, empresarios y otros, para que apoyaran al régimen incondicionalmente. Ante este escándalo, Alberto Fujimori, huyo del país, presentando su renuncia por fax. Veinte años después, el Tribunal Constitucional le concedió el indulto, pero la Corte Interamericana de Derechos Humanos impidió su liberación.