Casos y cosas de los “jugadorazos” peruanos
Los duchos en el balón pie peruano, dicen que siempre existieron mujeres atractivas y de pocos escrúpulos que andaban tras los futbolistas de todas las décadas antiguas para gozar un poco de su éxito, dinero y cuerpos atléticos. Pero fue en Argentina, donde a fines de los años 80, estas mujeres, surgieron ya no como las ‘oportunistas’, sino como las “oficiales”.
La primera botinera y matriarca de esta nueva raza es sin lugar a dudas «Mariana Nanis» la esposa de «Claudio Caniggia» que dejo bien redactado el llamado «Manual de las Botineras» y las elevó al estatus de esposas y ya no solo de «amiguitas».
Estas ‘botineras’, de preferencia tienen cuerpos de escándalo, tipo «vedettes», son ligeras de ropas; si trabajan en la TV mejor y son muy atractivas para cualquiera. Su meta está puesta en capturar un futbolista (soltero o casado), tener una relación con él, darle hijos, mantenerse bella, escandalosa y disfrutar una vida de lujos.
Las ‘botineras’ aseguran su futuro con un hijo y solo cambiaran a su marido, por otro futbolista más joven y con más proyección. Otras, como la peruana Klug, quien tuvo 2 hijas con «Abel Lobatón», un jugador peruano al que abandonó por un joven «Jeffry» que se iba vendido a Europa. Más joven y con más billete, como manda el ‘manual’.
Luego se separó de Jeffry y hoy tiene un hijo más con un futbolista más joven, Jesús Barco. (clásico ejemplo de botinera). Otras menos afortunadas, como Shirley, Jossmery, etc… Van de cama en cama de futbolistas, esperando que alguno de ellos les ponga el anillo de esposa.
Algunas, son más silenciosas, rondan los círculos de futbolistas y los capturan a jóvenes e inexpertos, los enamora y se enamoran también e inician su viaje en el mundo botineril. Pero ¿Qué ofrece el futbolista en esa relación? Dinero, sacrificio, trabajo, amor, familia y más dinero…¿Que ofrece la ‘botinera’? Sexo, hijos y más sexo.